Breve historia del taxi

Todos lo sabemos: reservar un taxi en Madrid centro nos evita muchísimos problemas, agobios y retrasos al movernos por la capital de España. Se trata de un servicio asequible, cómodo, fiable y muy tranquilo, que te garantiza llegar a tu destino en las mejores condiciones.

Ahora bien, al reservar un taxi en Madrid centro pocas veces nos preguntamos cómo ha sido la historia de este servicio y cuáles fueron sus orígenes. En este artículo queremos, precisamente, rendir un pequeño homenaje escrito a esos vehículos iniciales que posibilitaron que, actualmente, podamos disfrutar de esta movilidad excepcional.

Pues bien, debes saber que fue bajo el reinado de Felipe II, durante el último tercio del siglo XVI, cuando empezaron a circular ciertas mulas de alquiler que son consideradas el primer precedente del servicio de taxis. Poco a poco se fue sofisticado el servicio, gracias a la aparición de sillas de manos que eran conducidas por muchachos, literas impulsadas por mulas y, después, los llamados Simón, que no fueron otra cosa que un coches de caballos con una considerable popularidad.

La competencia no tardó en llegar a los Simones, esta vez con nombre femenino: Manuela era un coche descapotable que ofrecía un servicio similar.

Con los años, el rey Alfonso XIII dio un impulso decisivo a la movilidad urbana en Madrid con la inauguración de la primera línea de metro, que conectó Sol y Cuatro Caminos, momento en que aparecieron los autotaxis y, lógicamente, el vehículo de mulas Simón se vio obligado a retirarse.

Los autotaxis convivieron con los tranvías a principios del siglo XX, hasta que la guerra civil lo arrasó todo y derivó, tras el conflicto bélico, en hambre y ausencia de combustibles.

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